Editorial: ¿MENOS TIEMPO FRENTE A LAS PANTALLAS Y MÁS TIEMPO CON LAS PERSONAS?
MTE Margarita Aste
A todos nos ha pasado, estar en una comida o en una reunión y que alguna o varias personas estén frente a sus celulares tecleando e inclusive hablando, en vez de estar “presentes”. Quizás ustedes mismos sean los que consideren que es imprescindible atender un mensaje frente a todos los que están reunidos por algún motivo. Hace unos días en una clase de baile de 50 minutos, una joven contestó su celular mas de 7 veces. Lo molesto, para el resto de los asistentes a la clase no es que contestara si no que estaba en la primera fila, frente al profesor y cada vez que contestaba, se paraba en “su lugar” tapando al profesor y dificultando que los que estaban más atrás lo vieran. Obvio, esto es una falta de educación, sin embargo, la joven ni lo pensó y hasta parecía sentirse orgullosa de llamar la atención de una manera tan negativa. Las demás asistentes no le dijeron NADA.
¿Es un derecho humano el usar los celulares y demás dispositivos cuando se quiera aun si con esto se está molestando a los demás? Me parece que NO. El uso de los celulares y demás dispositivos tiene sus propias reglas para una sana convivencia.
Igual a que uno no puede comer con la boca abierta o que debe taparse la boca cuando tose o estornuda. Supongo que debido a que los dispositivos tienen relativamente poco tiempo, no se tienen las “reglas” aún muy establecidas.
Veamos qué se está haciendo en otros países al respecto.
Helsinki, Suecia: Un bar nuevo llamado Chihuhua Julep, obliga a sus clientes a depositar sus celulares en una caja a la entrada. Los celulares se quedan allí hasta que los clientes se vayan. Resultado: Los clientes están nuevamente conociendo a otras personas y están conversando entre ellos.
Sureste de Inglaterra: el propietario de un pub ha bloqueado las señales de teléfonos portátiles utilizando aluminio en las paredes y cable de cobre en los techos.
Sur de Francia: un pequeño restaurante utiliza la tarjeta roja (similar a la que se da en los partidos de futbol) para desalentar a los clientes de usar sus celulares.
China: una ciudad ha creado unos carriles para peatones reservados para aquellas personas que van mirando a su celular sin prestar atención a sus alrededores, evitando así accidentes.
Silicon Valley, Estados Unidos: la Elite de Silicón Valley está limitando el uso de tecnología a sus hijos. Están promoviendo el uso de juguetes de madera y el regreso al LUJO de la interacción humana.
Tiene mucho sentido el frenar la cantidad de horas, que van en aumento, que los niños pasan consumiendo videos sin sentido o juegos adictivos. Igualmente, los adultos debemos de frenar el uso de celulares en ocasiones en las que la interacción humana presencial es lo importante.
Sin embargo, tampoco debemos demonizar a la tecnología. Los mismos padres de Silicón Valley usan tecnologías en línea cuando valen la pena, por ejemplo, para enseñar idiomas o temas difíciles (como matemáticas), entonces las pantallas se vuelven un portal de enriquecimiento. Utilizan el video chat para que sus hijos puedan interactuar regularmente con familiares y amigos que se encuentran lejos, en este caso las pantallas se transforman en la preciada interacción cara a cara. En otras palabras, la tecnología es necesaria cuando permite eliminar limitaciones de espacio, tiempo, conocimiento y pericia.
Reflexionemos, la tecnología es útil pero no debemos exagerar y perdernos de otras experiencias y oportunidades por estar constantemente conectados.
